La reencarnación de Nadia by Barbara Cartland

La reencarnación de Nadia by Barbara Cartland

autor:Barbara Cartland
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico, Novela
publicado: 1938-12-31T23:00:00+00:00


Capítulo 15

No puedo recordar en qué momento exacto, después de formalizar mi compromiso con Philip, decidí que para mi propia paz de espíritu, debía saber todo lo necesario acerca de Nadia. Mucha gente, en el curso de sus conversaciones, decía: «Es espléndido que Philip haya superado aquel episodio lamentable de su juventud» o, «Nunca creímos que Philip se casaría después de…» y se interrumpían y miraban inquietos, aunque yo sabía perfectamente a qué se referían.

Parecía imposible escapar del pasado de Philip. Esa noche, cuando me besó por primera vez, quedó grabada en mi memoria para siempre. Creo que él no se dio cuenta de que había pronunciado el nombre de Nadia en aquellos momentos de emoción. Habíamos seguido acariciándonos; pero, finalmente, cuando nos separamos y encendimos las luces, él cambió totalmente. Fue como si aquellos besos apasionados no hubiesen tenido lugar. Se le veía frío, cortés y reservado como antes. Ya no era el hombre que, por un breve instante, me había confundido con la mujer amada.

Después de esa noche no volvió a perder el control. No volvió a intentar besarme, como no fuera de un modo suave y superficial; besos que me dejaban insatisfecha y agotada emocionalmente. Me despertaba por las noches rememorando los momentos de éxtasis que habíamos vivido, sólo para quedar helada por una voz que se repetía en mi mente: Nadia, Nadia.

Me di cuenta de que no me iba a ser fácil averiguar más cosas sobre Nadia. Después de todo, había muerto hacía muchos años. Elizabeth me había contado todo lo que sabía y la gente que conocía mi compromiso con Philip no me proporcionaría detalles sobre ella.

Lady Mónica, a quien había visto una o dos veces últimamente, podría servir porque era tan tonta que no se molestaría en escoger sus palabras. Por fortuna, nos invitó a almorzar un día que Philip tenía a su vez un almuerzo oficial en la ciudad y cuando la llamé para disculparlo, le sugerí:

—¿Puedo ir yo? Pero preferiría que no hubiera otras personas, pues quisiera que conversáramos a solas. Hay muchas cosas que quisiera saber acerca de Philip y usted lo conoce desde hace tanto tiempo que me podría aconsejar cómo comportarme.

Tal como esperaba, Lady Mónica estaba ansiosa de hablar, y cuando llegué a la casa de Lancaster donde ella vivía con su madre, fue fácil inducirla a que me comentara la sensacional historia de amor de Philip.

—Temíamos que Philip no se casara —dijo—. Estaba tan conmocionado cuando ocurrió aquel escándalo que se fue al extranjero. Creíamos que no volvería nunca más.

—¿Usted conoció a la dama en cuestión? —le pregunté.

—La vi bailar —dijo Lady Mónica.

—¿Bailar? ¿Era bailarina?

—Sí, ¿no lo sabía? Apareció en el Adelphi, o en el Coliseo, no recuerdo. De todos modos, bailó danzas nativas, un tipo de baile que no comprendo. El ballet es algo totalmente diferente y lo amo. ¿No ha visto a Massine esta temporada?

—¿Ella era medio nativa, verdad? —dije refiriéndome a Nadia y decidida a no permitir que Lady Mónica se apartara del tema de conversación.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.